Un, dos, tres, al compás de la
bachata, contonea sus caderas. Un, dos, tres, movimientos febriles de dos
cuerpos encajados, perfectos pasos contados. Un, dos, tres, la cadencia se
acelera, la música en sus labios se enciende. Un, dos, tres, vueltas y
cabriolas en el baile sensual, el final se acerca, el placer se siente. Un,
dos, tres, bachata culminada entre alientos agitados en la pista blanda de pulcras
sábanas regadas y ambiente candente.
Un, dos, tres, con el vals se
duermen sin dejar de abrazarse y en sueños bailan un bolero de amor, una cumbia
de ilusión, un cha-cha-chá de contento, un merengue de júbilo, un pasodoble de
dicha, una salsa de deleite y cada noche, un tango de pasión…