Ejercicio: Narra una conversación en la que los personajes se encuentran en una emergencia. Tienen algo importante que decirse el uno al otro, pero la emergencia los interrumpe, los separa o les dificulta oírse uno al otro.
CONECTADOS
Ana Cristina Salazar Yuste
—¿Quién
sos? —preguntó la joven
con la voz quebrada, con la discordancia del querer y temer, a la par, una
respuesta. Apretó con fuerza el cuchillo y lo blandió en el aire apuntando
hacia el hombre, que acobardado por el ataque, alzó los brazos mostrando sus
manos desarmadas.
—Antonio, soy Antonio. De España —contestó el señor—. Vamos, tranquilízate, suelta eso —trató de apaciguarla. Dio un paso al
frente—. Necesitamos
cooperar y encontrar respuestas si queremos saber qué está pasando. ¿Y los
otros? Richard, Chang,
Eugène…
—¿Qué otros? ¿Hay otros? No…no puede
ser… ¡Acá no hay nadie más, flaco! ¡Nadie! Es el fin ¡El fin! mi familia, mis
amigos, se desintegraron por completo, a la vez. Las avenidas son cementerios
de autos abandonados, de comercios desiertos, de polvo y ceniza. Los carros de
bebé aguardan en las aceras, vacíos. Donde debería de haber transeúntes solo queda
despojos de ropa. Yo estaba en casa cuando…
—¿De dónde eres? ¿Es la primera vez que te
conectas? —la interrumpió
haciendo caso omiso a la desesperación de la muchacha. Él ya conocía la
historia.
—¿Qué me qué? ¿De qué mierda hablás, pelotudo? —el llanto se tornó desconcierto
—Joder, no puede ser… —Antonio se inquietó—. Escúchame. No tenemos mucho tiempo, si nos
descubren romperán el vínculo. Tienes que decirme de dónde eres si quieres que
llegue hasta ti. Argentina, supongo. Al parecer el incidente se dio en todas
partes del mundo, en sincronización —la zarandeó por los hombros para obtener una respuesta. El cuchillo cayó
al suelo—. ¡Eh! ¿Me escuchas?
¡Necesito que me digas dónde te encuentras!
—Buenos Aires —le reveló desconfiada
—Bien —la chica le miró anonadada, confusa—. Verás, por alguna razón que desconocemos
nosotros nos libramos de ese jodido desenlace. No estamos solos, hay al menos
una media docena de supervivientes repartidos por todo el planeta.
Misteriosamente hemos conseguido ponernos en contacto así, en sueños, pero es
peligroso, no estamos a salvo. Este es mi sueño, ¿Cómo has entrado en él? Yo no
te sintonicé ¿Cómo has logrado conectarte conmigo?
—¡No lo sé! ¡No lo sé! ¡No entiendo nada! Sos la
primera persona con vida que veo en todo este tiempo ¡Y sos demasiado real para
ser un sueño! —gritó la
chica retomando de nuevo el llanto.
El destello de una luz cegadora se
interpuso entre los dos. Caía en cascada acompañada de un ruido ensordecedor
que taladraba la mente. Unas figuras espectrales descendían de los rayos,
envueltas en una espesa niebla.
—¡Maldita sea! ¡Nos han descubierto! —vociferó Antonio aterrorizado a
sabiendas de lo que acontecía. Trataba
de hacerse oír para advertir a la joven—. ¡Corre! ¡Márchate! ¡Este es mi sueño, no debes estar aquí!
La joven despertó entumecida en el sofá. Su
pecho subía y bajaba a un ritmo frenético; un sudor frío humedecía su rostro.
De un salto se puso en pie. Recorrió la sala
con la mirada. No había nadie.
—¡Antonio! —clamó desesperada sin lograr respuesta.
Ana,¿Que tal? Una situación intrigante...un momento crucial...un buen comienzo. Tengo una pequeña duda. ¿Porqué Antonio conocía lo que iba a ocurrir cuando los espectros los habían descubierto durante el sueño? Un abrazo.
ResponderEliminarHola, disculpa la demora. El ejercicio consiste en mostrar, en crear una intriga que lleve al lector a sacar sus propias conclusiones. Antonio se había puesto en contacto mediante sueños con otras personas, de ahí que pregunte por ellas al encontrarse con la chica. Por eso sabe lo que ocurre, por eso le advierte del peligro. El resto queda abierto a la imaginación. Saludos y gracias por el interés.
EliminarGracias por la aclaración. Es un puñado de mimbres que el lector debe entrelazar, por ello no se cierra ninguna conjetura. ¿Sí?... Un saludo. Por cierto he terminado de leer "La cámara sangrienta" de Ángela Carter y me ha parecido una buena recopilación de cuentos escritos con un estilo que me han recordado a tus relatos.
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