jueves, 20 de junio de 2013

¿QUÉ DIRÁN?

Las pavorosas sombras, de imágenes cruelmente realistas, se proyectan en mi mente: las miradas delatoras juzgan impasibles mi presencia; transitando en un macabro desfile borran con sus huellas malignas cada trazo de mi cordura.
No dialogan, sus lenguas se mueven de oído a oído. El aliento envenenado de la hipocresía se mece en el aire y llega hasta mí; no los escucho, mas intuyo sus especulaciones.
Sé que me miran, sé lo que piensan, sé que me clasifican en sus archivadores discrepantes de arquetipo.
El puñal de la desfachatez perfora mi pecho amenazando con partirlo en dos.
Así me siento, así me perciben.

6 comentarios:

  1. Todo parte de la inseguridad en uno mismo, lo que provoca en algunos/as el habito de magnificar y criticar los errores de los demás para justificar los suyos propios y así huir de su triste realidad. Buen microrrelato, sigue así! Un abrazo!

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    1. Así es Richi, creo que todos hemos sido alguna vez protagonistas en un escenario de evaluaciones ajenas, reales o imaginarias...Un abrazo

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  2. Durante muchos años este fue uno de mis fallos, afortunadamente la experiencia hace que uno deje de preocuparse por lo que digan los demás y empiece a concentrarse en uno mismo y en la gente que verdaderamente merece la pena, esto puede parecer un poco egocéntrico, pero nada más lejos de la realidad, como dijo alguien cuyo nombre no recuerdo, para aceptar a los demás tienes que empezar por aceptarte a ti mismo, y es que la realidad no es como la vean los demás sino que, afortunadamente, se moldea con tu forma de pensar, con tus valores y tus miedos. Me encanta tu forma de escribir, aunque sinceramente este relato no sea santo de mi devoción, un beso y continúa en tu línea, no decaigas y trabaja duro, sólo así llegarás al exito. Saludos.

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    1. Gracias Alfonso por tu aportación, valoro mucho tu sinceridad. Un abrazo

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  3. Anita, ya había leído hace unos días este micro-relato y me gustó mucho. Quería dejarte un comentario para decírtelo. La hipocresía nos tiene envueltos en la rutina, sin dudas, venenosa como bien has dicho. Muy buena lectura de lo que suele ocurrir. =)

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