lunes, 12 de agosto de 2013

RELATO PUBLICADO EN LA REVISTA CON MOTIVO DE LA “III GRAN VERBENA DEL HIGUERAL” : LA HISTORIA DEL TÍO JUAN



LA HISTORIA DEL TÍO JUAN


En el patio de la abuela, el pequeño Efrén juega a sonsacarle un relato legendario al tío Juan; ni la limonada consigue mitigar el asfixiante calor de la tarde veraniega, esperan ávidos la puesta de sol bajo la sombra del limonar.
El tío Juan, está sentado en la silla de aneas; de hecho, no ha pasado un día en que no se haya apoltronado en esa vieja banqueta deteriorada a esperar los primeros luceros del firmamento. 
Sin preguntar, el chiquillo trepa hasta sus rodillas y se acomoda, muestra su más brillante sonrisa y le profiere un delicado abrazo; está dispuesto a utilizar todas las artimañas de las que dispone en caso de obtener una rotunda negativa. Por su propia experiencia, sabe que el tío Juan se hará de rogar, pero llegado el momento, su mueca afligida será el aliciente necesario para persuadirle.
La comunicación se establece al instante, no hacen falta las palabras. El tío Juan ve en los grandes ojos infantiles el deseo de una historia y Efrén percibe una bondadosa mirada en el cansado rostro del anciano.
El tío Juan carraspea, su aliento huele a caramelo de menta. A cámara lenta, mira el reloj de cuerda y calmadamente empieza a relatar la historia, de tiempos remotos y añorados:

-        Hace años que las cosas empezaron a cambiar a una velocidad frenética. Desde que desaparecieron los patios, las palanganas y los pozos, y se fortificaron los portales con puertas y cancelas, el tiempo empezó a correr en nuestra contra. Si mamá Teresa levantase la cabeza…Seguramente esta casa sea la única sin remodelar, por eso conserva la claridad de antaño; y así permanecerá, hasta que las paredes se derrumben por si solas y caigan por su propio peso, porque lo harán, son muchas las batallas que ocultan sus muros Eladio…
-         Efrén…
-         Edén, Estén, o como quiera que sea. Los niños antes se llamaban Antonio, Alfonso, José, Francisco, Rafael…y estaban todo el día en la calle, antes de arena, ahora asfaltadas mira tú; jugando a cosas de verdad, corriendo al aire libre, no enganchados a esos cachivaches con cables… Y por las noches, ¡ay Dios mío que noches! en las puertas todos, hablando con los vecinos…Con ayuda del vecino, mató mi padre un cochino… ¿en qué mundo vivimos si ni siquiera queda un porrón que mantenga el agua fresca? No, ya no se disfruta de lo auténtico; de los tomates del huerto, naturales, sin química ni pesticidas; de la tajá’ de melón con la que te empapabas del dulce líquido...Por Santiago pinta la uva, pinta el melón y el melocotón… Fíjate por donde, ahora volvemos a la crisis, y digo volvemos porque ya pasamos por esto antes, claro que no había tanto que perder porque menos teníamos…Llover sobre mojado mil veces ha pasado… es una lástima, ¡una auténtica pena! hemos dejado escapar lo tradicional pensando en algo mejor y regresamos a la desesperación por un jornal… Lo bueno se destruyó, y tanto que se destruyó…
-         Entonces tío, ¿ya se perdió lo bueno para siempre?
-         No todo hijo, no todo. Por suerte aún nos quedan los recuerdos y la buena gente, porque nuestro pueblo sigue siendo el mismo aunque en apariencia cambie. Nuestras usanzas han ido de boca en boca, como los refranes: de padre a hijo, de abuelo a nieto, de tío a sobrino… hasta que se han grabado a fuego en nuestros corazones. Por eso, la esencia perdura y el barrio sigue unido, por eso, aún tengo esperanza…



ANA CRISTINA SALAZAR YUSTE

9 comentarios:

  1. Cuánto da para pensar tu relato... Cuando comparo mi infancia con la de los niños de ahora me doy cuenta, pero también al sumergirme en las páginas de la Historia. ¿Es el repetir los errores lo único que nos puede hacer humanos?
    Felicidades por ser la elegida, me alegro mucho.
    ¡Saludos!

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    1. Gracias Luis, a decir verdad recuerdo una infancia muy feliz, lejos del materialismo, donde lo más preciado que tenía era mi imaginación con la que hacía hablar a mis muñecas :) Un abrazo

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  2. Enhorabuena pude adquirir la revista en la verbena y me encanto !
    .. En tu linea de hacer un arte el contar historias !!

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  3. excelente...
    tus letras pueden llegar a ser adictivas.
    saludos
    carlos

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    1. Muchas gracias Carlos, también las tuyas lo son.
      Un fuerte abrazo!!

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  4. Me gusta mucho este relato y se ha publicado en una revista de una verbena,si te sobra una me la guardas,será repartida gratuita como en nuestro pueblo.Sigue contando historias que perduren en el tiempo, que a los que nos gusta leer nos deleita.Saludos

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    1. Hola Elisa, aquí no es gratuita, cuesta 2,50 creo recordar y se agotaron de inmediato. Haré todo lo posible por conseguirte un ejemplar, sería un placer poder regalártela pues se que me lees con el corazón. Muchas gracias por tus comentarios, un abrazo muy fuerte

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  5. La verdad que me a tocado el alma el relato. muy bonito

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